Ferrocarril de Antioquia
La inauguración del ferrocarril de Antioquia fue uno de los acontecimientos que sentó las bases del desarrollo industrial y económico de nuestro país a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Aunque importante, este costoso proyecto resultó ser efímero y no prosperó en el tiempo. En este vídeo el Rector de la Universidad Juan Luis Mejía Arango, nos cuenta sobre la construcción de esta obra que representó un reto para la ingeniería de la época. Así mismo nos explica algunas de las razones de su cierre y pone en evidencia las implicaciones que un medio de transporte puede tener en la cultura y la sociedad.
Video Ferrocarril de Antioquia – parte 1/4
Cuestionario
- ¿Cuál fue el contexto histórico de comienzos de siglo XX que motivó la formación de la Liga Patriótica por Colombia y por Antioquia? ¿En qué año se funda, quiénes fueron sus principales integrantes y por qué fue importante para el desarrollo empresarial de Antioquia? identifique alguna de las empresas nacientes en esa época.
- ¿En qué año y bajo qué Gobierno se decide iniciar con la construcción del ferrocarril de Antioquia?
- ¿A quién se contrata inicialmente para la construcción del ferrocarril, cuál fue el principal obstáculo que encontró y de qué comunidad se valió para el inicio de las obras?
- ¿Cómo se desarrolló la construcción de la línea del ferrocarril y qué representó en uso de recursos para su ejecución?
Video Ferrocarril de Antioquia – parte 2/4
Cuestionario
- ¿Qué fue La Quiebra y qué represento en la construcción del ferrocarril?
- ¿Quién fue protagonista en la construcción del túnel del paso de La Quiebra, cuál fue su aporte?
- Indague cuál fue la empresa canadiense que en 1926, firma el contrato para la construcción del túnel y explique qué representó para la población antioqueña el encuentro de los dos frentes del ferrocarril con el túnel de La Quiebra.
- Audacia es uno de los valores institucionales de la Universidad Eafit, ¿de qué manera relaciona este valor con el esfuerzo del pueblo Antioqueño y de quienes lideraron y protagonizaron la construcción del ferrocarril de Antioquia?
Video Ferrocarril de Antioquia – parte 3/4
Cuestionario
- El Rector Juan Luis Mejía Arango menciona que el ferrocarril no sólo trajo movimiento de mercancías sino de ideas y expresiones culturales. Qué fue el Expreso del Sol y de qué manera facilitó la integración de la población colombiana, qué impacto social y cultural trajo su llegada (personajes, eventos).
- En el video se menciona que el mismo año en que se conecta con el túnel de la Quiebra se inició la carretera al Mar, lo que simbolizó la puja entre el transporte en carretera y el ferrocarril como medio de transporte. Qué opinión le merece la posibilidad de integrar hoy la nación con la reactivación del ferrocarril en Colombia? Indague los proyectos vigentes.
Video Ferrocarril de Antioquia – parte 4/4
Cuestionario
- ¿Qué se conoce como carga de compensación?
- Mencione cuáles fueron los principales factores que dieron paso a la decadencia del ferrocarril en Colombia.
Anexos
Mira la entrevista completa del Rector Juan Luis Mejía Arango
Entrevista completa Rector EAFIT Juan Luis Mejía Arango
Escucha completo el Manifiesto de la Liga Patriótica
Imágenes
Textos literarios
La influencia del ferrocarril, tal y como explica Juan Luis Mejía Arango, sobrepasa el ámbito económico. La literatura y la poesía se vieron influenciadas por el descubrimiento de nuevos paisajes y por la transmisión de ideas que posibilitó este medio de transporte.
A continuación algunos ejemplos de cómo las letras de nuestro país dan cuenta del paso del ferrocarril.
Gabriel García Márquez
Capítulo XV (fragmento Cien años de soledad)
– ¡ Tírense al suelo! ¡ Tírense al suelo!
Ya los de las primeras líneas lo habían hecho, barridos por las ráfagas de metralla. Los sobrevivientes, en vez de tirarse al suelo, trataron de volver a la plazoleta, y el pánico dio entonces un coletazo de dragón, y los mandó en una oleada compacta contra la otra oleada que se movía en sentido contrario, despedida por el otro coletazo de dragón de la calle opuesta, donde también las ametralladoras disparaban sin tregua. Estaban acorralados, girando en un torbellino gigantesco que poco a poco se reducía a su epicentro porque sus bordes iban siendo sistemáticamente recortados en redondo, como pelando una cebolla, por las tijeras insaciables y metódicas de la metralla. El niño vio a una mujer arrodillada, con los brazos en cruz, en un espacio limpio, misteriosamente vedado a la estampida. Allí lo puso José Arcadio Segundo, en el instante de derrumbarse con la cara bañada en sangre, antes de que el tropel colosal arrasara con el espacio vacío, con la mujer arrodillada, con la luz del alto cielo de sequía, y con el puto mundo donde Úrsula Iguarán había vendido tantos animalitos de caramelo.
Cuando José Arcadio Segundo despertó estaba bocarriba en las tinieblas. Se dio cuenta de que iba en un tren interminable y silencioso, y de que tenía el cabello apelmazado por la sangre seca y le dolían todos los huesos. Sintió un sueño insoportable. Dispuesto a dormir muchas horas, a salvo del terror y el horror, se acomodó del lado que menos le dolía, y solo entonces descubrió que estaba acostado sobre los muertos. No había un espacio libre en el vagón, salvo el corredor central. Debían de haber pasado varias horas después de la masacre, porque los cadáveres tenían la misma temperatura del yeso en otoño, y su misma consistencia de espuma petrificada, y quienes los habían puesto en el vagón tuvieron tiempo de arrumarlos en el orden y el sentido en que se transportaban los racimos de banano. Tratando de fugarse de la pesadilla, José Arcadio Segundo se arrastró de un vagón a otro, en la dirección en que avanzaba el tren, y en los relámpagos que estallaban por entre los listones de madera al pasar por los pueblos dormidos veía los muertos hombres, los muertos mujeres, los muertos niños, que iban a ser arrojados al mar como el banano de rechazo.
Álvaro Mutis
El viaje
No sé si en otro lugar he hablado del tren del que fui conductor. De todas maneras, es tan interesante este aspecto de mi vida, que me propongo referir ahora cuáles eran algunas de mis obligaciones en ese oficio y de qué manera las cumplía.
El tren en cuestión salía del páramo el 20 de febrero de cada año y llegaba al lugar de su destino, una pequeña estación de veraneo situada en tierra caliente, entre el 8 y el 12 de noviembre. El recorrido total del tren era de 122 kilómetros, la mayor parte de los cuales los invertía descendiendo por entre brumosas montañas sembradas íntegramente de eucaliptos. (Siempre me ha extrañado que no se construyan violines con la madera de ese perfumado árbol de tan hermosa presencia. Quince años permanecí como conductor del tren y cada vez me sorprendía deliciosamente la riquísima gama de sonidos que despertaba la pequeña locomotora de color rosado, al cruzar los bosques de eucaliptos).
Cuando llegábamos a la tierra templada y comenzaban a aparecer las primeras matas de plátano y los primeros cafetales, el tren aceleraba su marcha y cruzábamos veloces los vastos potreros donde pacían hermosas reses de largos cuernos. El perfume del pasto «yaraguá» nos perseguía entonces hasta llegar el lugarejo donde terminaba la carrilera.
Constaba el tren de cuatro vagones y un furgón, pintados todos de color amarillo canario. No había diferencia alguna de clases entre un vagón y otro, pero cada uno era invariablemente ocupado por determinadas gentes. En el primero iban los ancianos y los ciegos; en el segundo los gitanos, los jóvenes de dudosas costumbres y, de vez en cuando, una viuda de furiosa y postrera adolescencia; en el tercero viajaban los matrimonios burgueses, los sacerdotes y los tratantes de caballos; el cuarto y último había sido escogido por las parejas de enamorados, ya fueran recién casados o se tratara de alocados muchachos que habían huido de sus hogares. Ya para terminar el viaje, comenzaban a oírse en este último coche los tiernos lloriqueos de más de una criatura y, por la noche, acompañadas por el traqueteo adormecedor de los rieles, las madres arrullaban a sus pequeños mientras los jóvenes padres salían a la plataforma para fumar un cigarrillo y comentar las excelencias de sus respectivas compañeras.
La música del cuarto vagón se confunde en mi recuerdo con el ardiente clima de una tierra sembrada de jugosas guanábanas, en donde hermosas mujeres de mirada fija y lento paso escanciaban el guarapo en las noches de fiesta.
Con frecuencia actuaba el sepulturero. Ya fuera un anciano fallecido en forma repentina o se tratara de un celoso joven del segundo vagón envenenado por sus compañeros, una vez sepultado el cadáver permanecíamos allí tres días vigilando el túmulo y orando ante la imagen de Cristóbal Colón, santo patrono del tren.
Cuando estallaba un violento drama de celos entre los viajeros del segundo coche o entre los enamorados del cuarto, ordenaba detener el tren y dirimía la disputa. Los amantes reconciliados, o separados para siempre, sufrían los amargos y duros reproches de todos los demás viajeros. No es cualquier cosa permanecer en medio de un páramo helado o de una ardiente llanura donde el sol reverbera hasta agotar los ojos, oyendo las peores indecencias, enterándose de las más vulgares intimidades y descubriendo, como en un espejo de dos caras, tragedias que en nosotros transcurrieron soterradas y silenciosas, denunciando apenas su paso con un temblor en las rodillas o una febril ternura en el pecho.
Los viajes nunca fueron anunciados previamente. Quienes conocían la existencia del tren, se pasaban a vivir a los coches uno o dos meses antes de partir, de tal manera que, a finales de febrero, se completaba el pasaje con alguna ruborosa pareja que llegaba acezante o con un gitano de ojos de escupitajo y voz pastosa.
En ocasiones sufríamos, ya en camino, demoras hasta de varias semanas debido a la caída de un viaducto. Días y noches nos atontaba la voz del torrente, en donde se bañaban los viajeros más arriesgados. Una vez reconstruído el paso, continuaba el viaje. Todos dejábamos un ángel feliz de nuestra memoria rondando por la fecunda cascada, cuyo ruido permanecía intacto y, de repente, pasados los años, nos despertaba sobresaltados, en medio de la noche.
Cierto día me enamoré perdidamente de una hermosa muchacha que había quedado viuda durante el viaje. Llegado que hubo el tren a la estación terminal del trayecto me fugué con ella. Después de un penoso viaje nos establecimos a orillas del Gran Río, en donde ejercí por muchos años el oficio de colector de impuesto sobre la pesca del pez púrpura que abunda en esas aguas.
Respecto al tren, supe que habla sido abandonado definitivamente y que servía a los ardientes propósitos de los veraneantes. Una tupida maraña de enredaderas y bejucos invade ahora completamente los vagones y los azulejos han fabricado su nido en la locomotora y el furgón.
León de Greiff
Poema a Bolombolo
«Oh Bolombolo, país exótico y no nada utópico
En absoluto! Enjalbegado de trópicos
hasta donde no más! Oh Bolombolo de cacófonico
o de ecolálico nombre onomatopéyico
y suave y retumbante
Oh Bolombolo!
Por aquí se atedia, en éste se atedia
por modo
Violento la fantasía: monótono
país del sol sonoro, de excesivas palmeras, de animalillos zumbadores,
de lagartijas vivaces, de salamandras y camaleones,
cigarras estridulantes, verdinegros
sapos rugosos, y melados escorpiones»
Carta Carlos E. Restrepo
Carlos E. Restrepo “Carta enviada a Alejandro Ángel”. Archivo Carlos E. Restrepo, Sala patrimonial, Biblioteca Carlos Gaviria Díaz, Universidad de Antioquia, 17 de noviembre de 1924, CER/CE/26, doc. 319, f. 222. 22 Cruz Posada, Juan de la. Liga Patriótica por Colombia y por Antioquia. Reseña sobre los ferrocarriles troncales de Colombia. Medellín, Tipografía Industrial, 1924, pp. 3-4. 15
“Medellín, agosto 27 de 1924. Honorables presidentes Senado, Cámara – Bogotá. Con patriótica y aun dolorosa sorpresa nos hemos enterado de la apasionada y amenazante oposición que ha tenido el proyecto de un ferrocarril troncal que una al cauca con Antioquia y la costa. Varios eminentes hermanos del sur de la República se niegan a tener con los del norte, particularmente con Antioquia, vinculaciones de ningún género, ni siquiera la civilizadora de los rieles. A pesar de todo y a pesar de todos, nosotros creemos tener el derecho y el deber de formar parte de la patria – (somos pedazos de sus entrañas) – y de compartir sus triunfos y sus dolores. No ha sido esa la conducta de Antioquia para con el Cauca grande. Como oportuno recuerdo hacemos el de la ley 2 de septiembre de 1877 de la Convención Constituyente de Antioquia, en que se ordenó al Estado tomar hasta 200 mil pesos en acciones del Ferrocarril de Buenaventura-Cali y se autorizó al ejecutivo a garantizar el 7% de interés sobre un capital de 100 mil pesos para promover las suscripciones particulares. Y téngase muy presente que esta ley de auxilio al pueblo hermano, no fue letra muerta; el gobierno hizo las erogaciones ordenadas, pagando las acciones del Ferrocarril del Pacífico hasta el año de 1885, época en la cual las permutó con el señor Cisneros por las que este poseía en la Sociedad Agrícola y de Inmigración, como aparece en el contrato número 7, de 18 de agosto de 1885. Sobre decisión del día 2 de mayo de 1882, para construir el Ferrocarril de Antioquia. Como lo dijo no hace mucho tiempo un inteligente hijo del Cauca, “el empalme de los ferrocarriles de Amagá y Pacífico es fácilmente realizable […] transformara a Colombia invertebra en nacionalidad indivisible, girando orbita pueblos fuertes y capaces. Además, constituye alto ideal nacional que depurara nuestra esterilizante política, favoreciendo evolución creadora patriotismo colombiano”
(Demetrio García Vásquez).
Textos académicos
Archivo de Memoria Empresarial: sobre la construcción de la carretera Panamericana
“La incorporación del Sistema Férreo al Sistema de Transporte Nacional es indispensable para el desarrollo económico del país, ya que estos corredores permitirían la conexión de las zonas de producción con los centros de consumo y los centros estratégicos de exportación e importación, movilizando altos volúmenes de carga y mejorando sustancialmente la competitividad, principalmente para las exportaciones”
Recursos_Cámara Colombiana de la Infraestructura Informe ferrocarriles
“El Gobierno Nacional, de la mano de las autoridades sectoriales y entidades expertas, estructuró el Plan Maestro de Transporte Intermodal (PMTI) como una visión estratégica del país sobre las necesidades en infraestructura y transporte, que asegure el crecimiento económico y potencie su participación dentro de las dinámicas globales”
Articulo de la Revista Credencial Historia sobre el túnel de la Quiebra
EPM
Una de las grandes riquezas naturales del departamento de Antioquia es el agua. Desde su constitución, a partir de la unión de entidades municipales prestadoras de servicios públicos, Empresas Públicas de Medellín ha sabido aprovechar el potencial hidroeléctrico de nuestra región. En este vídeo hace un rápido recorrido de EPM a partir de los mega proyectos hidroeléctricos que ha desarrollado a través de su historia.
Anexos
Tal y como se explica en el video, la historia de EPM y de Medellín están interconectadas. En esos recortes de prensa del archivo histórico del Colombiano, se evidencia la importancia que la construcción de estos proyectos hidroeléctricos ha tenido, no solo por el apalancamiento que representaron en la producción de energía y calidad de vida de Antioquia, sino también en la constitución de la opinión ciudadana alrededor de los servicios públicos.
Recortes de Prensa El Colombiano 1
Recortes de Prensa El Colombiano 2
Recortes de Prensa El Colombiano 3
Textos literarios
El agua, fuente de vida y energía es el tema de este poema
POEMA DEL CUARTO ELEMENTO
Jorge Luis Borges
El dios a quien un hombre de la estirpe de Atreo
apresó en una playa que el bochorno lacera
se convirtió en león, en dragón, en pantera
en un árbol y en agua.
Porque el agua es Proteo.
Es la nube, la irrecordable nube, es la gloria del ocaso que ahonda, rojo, los arrabales; es el Maelström que tejen los vórtices glaciales, y la lágrima inútil que doy a tu memoria.
Fue, en las cosmogonías, el origen secreto
de la tierra que nutre, del fuego que devora, de los dioses que rigen el poniente y la aurora. (Así lo afirman Séneca y Tales de Mileto.)
El mar y la moviente montaña que destruye
A la nave de hierro sólo son tus anáforas
Y el tiempo irreversible que nos hiere y que huye, Agua, no es otra cosa que una de tus metáforas.
Fuiste, bajo ruinosos vientos, el laberinto
sin muros ni ventana, cuyos caminos grises
largamente desviaron al anhelado Ulises, de la Muerte segura y el Azar indistinto.
Brillas como las crueles hojas de los alfanjes, hospedas, como el sueño, monstruos y pesadillas.
Los lenguajes del hombre te agregan maravillas
y tu fuga se llama el Éufrates o el Ganges.
(Afirman que es sagrada el agua del postrero, pero como los mares urden oscuros canjes
y el planeta es poroso, también es verdadero
afirmar que todo hombre se ha bañado en el Ganges.)
De Quincey, en el tumulto de los sueños, ha visto
empedrarse tu océano de rostros, de naciones; has aplacado el ansia de las generaciones, has lavado la carne de mi padre y de Cristo.
Agua, te lo suplico. Por este soñoliento
nudo de numerosas palabras que te digo, acuérdate de Borges, tu nadador, tu amigo. No faltes a mis labios en el postrer momento.
Imágenes
Textos
Una historia de gestión de lo público en Colombia: El caso de Empresas Públicas de Medellín (EPM)
“Uno de los temas que ha sido objeto de extremos a lo largo de la historia ha sido el de los modelos económicos y empresariales. Colombia, como buen devorador de teorías extranjeras, los ha ensayado todos”
“La teoría de la organización nos ha enseñado que las organizaciones son complejas, cambiantes e incluso paradójicas. Los antecedentes, la gestión y la participación regional han hecho de Empresas Públicas de Medellín una historia que merece contarse”.
La Génesis de Empresas Públicas de Medellín
Gerencia
La gerencia ha sido considerada una práctica que se aprende por la experiencia y que tiene un alto componente práctico. Sin embargo no existe una definición universal que describa los retos que debe enfrentar un gerente en la actualidad.
Buscando sentar bases comunes, a partir de la lectura del libro de la profesora Luz María Rivas Conocimiento gerencial. El caso de una empresa multinegocios: Suramericana S.A., retomamos los aportes que tres autores han hecho para sentar los fundamentos del conocimiento gerencial.
Anexos
Textos
Influencia de la alta gerencia: debates en el campo académico de la estrategia
- Gerenciar organizaciones complejas
Este artículo explica las características de la gerencia de organizaciones complejas y los nuevos retos que deben enferentar los administradores
Managing Complex Organizations: Complexity Thinking and the Science and Art of Management
- EQUIPO DE ALTA GERENCIA
Los investigadores de estrategia y consultores se han preocupado por construir las técnicas y herramientas que los gerentes pueden utilizar para mejorar las organizaciones a las que pertenecen
The Top Management Team: Key to Strategic Success
- LA MANO VISIBLE
Examina distintos procesos de producción y distribución a lo largo de la historia de los Estados Unidos
La mano visible. La revolución en la empresa norteamericana
- REGLAS SIMPLES PARA UN MUNDO COMPLEJO
Estrategias para tomar decisiones críticas
SIMPLE RULES FOR A COMPLEX WORLD
- EL EQUIPO DE ALTA GERENCIA EN UNA EMPRESA MULTINEGOCIOS. CASO SURAMERICANA S. A.*
Este texto presenta resultados de la investigación sobre el equipo de alta gerencia de Suramericana como empresa multinegocios. El estudio, de enfoque cualitativo, se centra en la pregunta ¿cómo se caracteriza el equipo de alta gerencia responsable por la administración de una empresa multinegocios?
EL EQUIPO DE ALTA GERENCIA EN UNA EMPRESA MULTINEGOCIOS. CASO SURAMERICANA S. A.*
- Zoom in zoom out
Los mejores líderes saben cuándo enfocarse y cuándo alejarse.
1 comment
Comment by Michel Gonzalez
Michel Gonzalez 5 diciembre, 2016 at 15:48
Hola qué tal